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La inflación es una respuesta

Nos despertamos y, hasta parece que nos sorprendemos, con la inflación a marzo 2022 escalando casi al 10%.

Sorprende, pero la “inflación percibida” en la calle es aún mayor.

Cómo vivimos en un entorno de simplificación y falta de reflexión, que todo lo achaca a “la guerra de Putin”, y que no busca averiguar cual es el fondo de los problemas, o la reflexión sobre los mismos, quiero dejar unas pinceladas rápidas, y algo viscerales, sobre la inflación en España como la inevitable respuesta febril de un cuerpo enfermo.

– Los costes energéticos tienen mucho que ver en esta situación, pero hay que recordar que la energía comenzó su escalada de precios allá por abril de 2021, hace casi un año, mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania.

– Los precios de los carburantes son también responsables de una parte muy importante.

Pero… hay más, mucho más:

– Es la respuesta a la subida desaforada de costes de producción (semillas, plásticos, metales…).

– Es la respuesta de los pequeños negocios, a los que se prometieron millones en ayudas para compensar pérdidas que, en gran parte, nunca llegaron, a la hostelería, al pequeño comercio… como prometidas. Eso les obliga a intentar cubrir parte de las pérdidas de la pandemia con más precio.

– Es la respuesta de los autónomos en sus trabajos a las anunciadas subidas de impuestos y cotizaciones,

– Es la respuesta de las PyMES a la creciente burocratización de la relación con la administración que, con criterios políticos que nada tienen que ver con la empresa, obliga a más y más auditorías, planes y similares cuya ejecución hay que subcontratar, y cuyo coste hay que repercutir al precio.

– Es la respuesta a la creciente presión fiscal sobre los ciudadanos y las empresas (tasas, impuestos encubiertos, impuestos al azucar, a los plásticos y especiales, sanciones por todo…), tarde o temprano todos los incrementos fiscales se trasladan a precio.

– Es la respuesta al creciente intervencionismo de la administración en las empresas, negocios y vida privada. Ese intervencionismo que decide pero no paga el estado lo acaba pagando el cliente,

– Es la respuesta necesaria a un gasto público desatado no compensado con la actividad real.

– Es la respuesta al crecimiento del sector público, a las prohibiciones a las empresas, a las subidas de salarios, de subvenciones y al coste de las actividades sin valor,

– Es la respuesta de la banalización del esfuerzo; todos tenemos derecho a todo, gratis y ya, pero, todo eso, luego hay que pagarlo,

– Es la respuesta a ese estado que considera que lo privado no aporta valor y puede ser esquilmado, ocupado o expropiado.

– Es la respuesta a la pérdida de calidad de la atención pública. Aunque la pagamos con impuestos, cuando no nos atienden, pagamos también el servicio privado.

Es la respuesta ante la falta de respuesta por parte de una administración que, en general, no está dispuesta a eliminar gasto superfluo.

Y más, y más, y mucho más.

Es, en definitiva, la fiebre que le entra a un cuerpo cuando tiene una infección, pensar que es solo por la última racha de viento, cuando el cuerpo lleva 3 años a la intemperie, oyendo que no le dejarán atrás, es engañarse, es engañarnos.

La inflación en España se viene larvando desde hace tiempo, es fruto de un creciente malestar, de un gobierno ajeno a las preocupaciones y necesidades reales de los ciudadanos, que extrae en exceso con escaso retorno y, por supuesto, también es responsabilidad de la evolución de la energía, la invasión de Ucrania y la guerra por ella provocada.

Pero si se sigue pensando en que la presión fiscal es baja y que se puede y debe esquilmar más al ciudadano medio (con los 30.000M€ que amenazan las ministras dia tras día por ejemplo), en prohibir, prohibir y prohibir sin alternativa ninguna, la inflación, la fiebre, seguirá galopando sin pudor ni rubor.

Santiago Barba, marzo 2022

Categories: Gestion general
  1. March 31, 2022 at 9:26 am

    En definitiva, vamos, irremediablemente, rumbo a la Pobreza.
    No por desesperanzador, menos lúcido tu análisis, Santiago. As usual.

  2. April 28, 2022 at 7:21 pm

    Hay productos cuyo aumento de coste no puede atribuirse a la guerra o al transporte.

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